Por regla general, se obtienen buenos resultados con la ortodoncia si el paciente está bien informado y dispuesto a cooperar y por ello suele darse la información siguiente a las personas que piensan en someterse a un tratamiento ortodóncico. Aunque deben reconocerse las ventajas de tener una dentadura sana y una sonrisa agradable, también deben conocerse las limitaciones y los posibles riesgos de la ortodoncia que rara vez son lo suficientemente graves para contraindicar el tratamiento, pero deben considerarse al tomar la decisión de someterse a él. Los tratamientos de ortodoncia suelen seguirse en la forma prevista pero, como en todos los aspectos de las ciencias médicas, los resultados no pueden garantizarse ni pueden preverse todas las consecuencias.
La ortodoncia tiene una función importante en el mejoramiento de la salud bucal y para lograr equilibrio y armonía entre la dentadura, el rostro y una sonrisa hermosa y saludable.
Debido a las condiciones individuales y a las limitaciones naturales del tratamiento, no todos los pacientes pueden obtener todas las ventajas específicas. El factor desconocido en toda corrección ortodóncica es la respuesta del paciente al tratamiento.
La ortodoncia trata de mejorar la mordida ayudando a dirigir las fuerzas que actúan sobre los dientes, protegiéndolos así de traumatismos durante las actividades cotidianas normales, como la masticación. Con la ortodoncia las fuerzas de la masticación se distribuyen en toda la boca para reducir al mínimo el esfuerzo en los huesos, raíces, encías y articulaciones temporomandibulares.
Con la ortodoncia pueden evitarse posibles problemas dentales como desgaste anormal de los dientes y también reducirse las caries y problemas periodontales futuros ya que facilita el cuidado de dientes y encías, contribuyendo así a la buena higiene bucal.
Todos los tratamientos médicos y dentales, incluso la ortodoncia, tiene sus riesgos y limitaciones. Afortunadamente, en la ortodoncia son poco frecuentes las complicaciones y cuando las hay suelen ser de poca importancia, pero deben tenerse en cuenta al decidir si se sigue un tratamiento determinado. Algunas de las preocupaciones principales respecto a un tratamiento de ortodoncia son:
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Posibles caries, enfermedades gingivales o marcas blancas permanentes (descalcificación), especialmente si el paciente come alimentos excesivamente ricos en azúcar o no se lava los dientes a menudo y correctamente. Esos mismos problemas pueden presentarse sin tratamiento de ortodoncia , pero la persona con aparatos corren un mayor riesgo.
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En algunos pacientes las raices de algunos dientes pueden acortarse durante el tratamiento de ortodoncia. Por lo general el acortamiento es mínimo y no tiene consecuencias importantes, pero en raras ocasiones puede amenazar la longevidad, estabilidad y/o movilidad del diente en cuestión.
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El movimiento ortodóncico del diente puede afectar al tejido óseo y la encía que lo sostienen si existe una condición patológica previa y en algunos casos aunque no exista. Sin embargo, el tratamiento ortodóncico generalmente reduce la posibilidad de que se pierda el diente o se infecte la encía por desalineamiento de los dientes o del maxilar. Las inflamaciones gingivales y la pérdida del soporte óseo pueden ocurrir particularmente si no se elimina a diario la placa bacteriana mediante una buena higiene bucal.
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Los dientes pueden tender a cambiar de posición después del tratamiento, pero con el uso correcto de retenedores se aminora esa tendencia. Durante la vida, la oclusión puede deteriorarse por diversas causas, como la aparición de las muelas del juicio, las influencias genéticas que controlan el tamaño de la lengua, los dientes y los maxilares, el crecimiento y los cambios en la madurez, respirar por la boca, tocar instrumentos musicales así como hábitos orales, todo lo cual puede estar fuera del control del ortodoncista. Hay veces en las que después del tratamiento la posición del diente o del maxilar, o de ambos, puede sufrir un cambio perjudicial de modo que sea recomendable realizar otro tratamiento cuyo alcance dependería, entre otras cosas, del índole del problema y podría abarcar diversas modalidades de tratamiento, incluso el cambio de los aparatos.
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Ocasionalmente puede haber problemas en las articulaciones de los maxilares, es decir, en las articulaciones temporomandibulares, como molestias o ruidos al abrir la boca o dolor en las articulaciones y los músculos de la masticación. Estos problemas pueden presentarse con o sin tratamiento de ortodoncia. La aparición de cualquiera de estos síntomas debe comunicarse de inmediato al ortodoncista.
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El desarrollo y aparición de los dientes es un proceso complejo. A veces los dientes de leche se fusionan con el hueso (anquilosis) y no se mudan. Esto sucede particularmente cuando no hay sucesor permanente (diente debajo). El diente de leche fusionado queda entonces más bajo que los demás que sí salen en el desarrollo normal. Este problema también puede presentarse en los dientes permanentes.
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Uno o varios dientes pueden haber sufrido trauma por algún accidente o tener obturaciones grandes que dañen al nervio. En algunos casos el movimiento ortodóncico del diente puede agravar esa situación y en ocasiones se requerirá un tratamiento del conducto radicular (endodoncia).
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Los aparatos de ortodoncia constan de partes muy pequeñas unidas entre sí que accidentalmente pueden tragarse o aspirarse y podrían irritar o lesionar los tejidos bucales. Un aparato suelto o roto o un golpe en la boca pueden causar laceraciones e irritaciones en los carrillos y labios. Es normal que la boca se encuentre sensible algún tiempo después de un ajuste, tiempo que varía según la persona y el procedimiento (la duración típica de la sensibilidad después de un ajuste puede ser de 24 a 48 horas). Se debe informar al ortodoncista de cualquier síntoma extraño o en cuanto se nota que el aparato está flojo o roto.
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El paciente puede, sin darse cuenta, rayarse o lastimarse un diente con posibles lesiones o dolor en la cavidad bucal. También, si el paciente rechina demasiado los dientes pueden gastarse anormalmente.
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Si los aparatos extraorales o la aparatología fija no se mantienen correctamente o si reciben un golpe, pueden producirse lesiones. Se advierte a los pacientes que no deben ponerse los aparatos extraorales cuando monten a caballo, jueguen deportes o realicen otras actividades deportivas. Aunque nuestros aparatos extraorales tienen dispositivos de seguridad, pedimos siempre actuar con prudencia.
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Es posible que junto con el tratamiento de ortodoncia tenga que practicarse una cirugía bucal, extracción de dientes o cirugía ortognática de los maxilares, especialmente para corregir el apiñamiento o grandes discrepancias de los maxilares. Antes de tomar la decisión de someterse a este procedimiento, debe consultar a su dentista general o cirujano oral y maxilofacial sobre los riesgos del tratamiento quirúrgico y de la anestesia.
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La forma atípica de los dientes o cambios anormales del crecimiento de los maxilares pueden limitar los resultados deseados. A veces, los cambios posteriores al tratamiento exigen otros tratamientos o, en algunos casos, cirugía ortognática de los maxilares. El crecimiento asimétrico y las formaciones atípicas de los dientes son procesos biológicos ajenos al control del ortodoncista. Los cambios de crecimiento posteriores al tratamiento activo pueden perjudicar sus resultados.
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El tiempo total para terminar el tratamiento puede ser superior al que se había previsto. El crecimiento óseo excesivo o deficiente, el no usar los aparatos o elásticos intermaxilares durante un número de horas determinado al día, la mala higiene bucal, la rotura de los aparatos, el no acudir a las citas de revisión y otros factores pueden prolongar el tiempo de tratamiento y perjudicar la calidad del resultado final.
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Con aparatología cerámica estética se han informado algunos casos de pacientes a quienes se le rompen los aparatos o se les dañan los dientes, incluso atrición y fracturas del esmalte.
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Los aparatos de ortodoncia se escogen en función de un resultado terapéutico específico y su tipo, construcción y material pueden variar. Algunos pacientes pueden ser alérgicos a los materiales y tener reacciones adversas que exijan cambiar o interrumpir el tratamiento de ortodoncia, lo cual reducirá el éxito del tratamiento.
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Debido a la gran variedad de tamaños y formas de dientes, o a la falta de dientes, para lograr un resultado ideal (por ejemplo, una oclusión completa) puede requerirse un tratamiento de reconstrucción dental, del cual los tipos más comunes son arreglos cosméticos, restauración de coronas y puentes y/o tratamiento periodontal estético. Se recomienda informarse de los tratamientos dentales y médicos auxiliares.
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Los problemas generales de salud tales como trastornos óseos o de crecimiento, hematológicos o endocrinos pueden afectar al tratamiento ortodóncico. Debe mantenerse al ortodoncista al tanto de cualquier cambio en su salud.
Para la gran mayoría de los pacientes la ortodoncia es un procedimiento electivo. Una posible alternativa a la ortodoncia es no recibir ningún tratamiento. Puede optar por aceptar su estado bucal actual y decidir vivir sin correcciones ni mejoras ortodóncicas. La alternativa al tratamiento ortodóncico para cualquier paciente depende de la naturaleza específica del problema maloclusivo, del tamaño, forma y estado de salud de los dientes, de las características físicas de la estructura que los sostiene y de las consideraciones estéticas del paciente. Las opciones incluyen, entre otras:
Antes de comenzar la terapia ortodóncica, convendría consultar con su ortodoncista las opciones de tratamiento posibles u otras cuestiones relacionadas.
Si el tratamiento planificado por el ortodoncista comprende el movimiento quirúrgico de los maxilares y ortodoncia, al tomar la decisión de someterse al tratamiento, debe considerarse lo siguiente:
Por medio de la presente, confirmo que me fueron expuestos las principales consideraciones y los posibles riesgos del tratamiento ortodóncico. He leído y comprendido esta hoja y entiendo asimismo que puede haber otros problemas que ocurren con menor frecuencia o son menos graves y que los resultados ideales pueden ser distintos a los previstos.
El Dr. Miriam García Frías ha discutido conmigo el tratamiento ortodóncico para* . Se me ha pedido que tome una decisión sobre el tratamiento. El ortodoncista arriba mencionado me ha dado información para que pueda tomar la decisión y me ha dado la oportunidad de hacer todas las preguntas sobre el tratamiento ortodóncico propuesto y sobre la información que contiene esta hoja.
Por medio de la presente doy mi consentimiento para que se efectúen los registros diagnósticos, incluyendo radiografías, antes y después del tratamiento y para que el ortodoncista arriba mencionado practique dicho tratamiento a la persona arriba mencionada. Entiendo plenamente los riesgos asociados al tratamiento.
Por medio de la presente autorizo el uso de los registros ortodóncicos, incluyendo las fotografías que se tomen durante los exámenes, el tratamiento y final con fines de consultas profesionales, investigaciones, educación o publicación en revistas profesionales.
